martes, 28 de junio de 2011

nn


Las gotas de lluvia se oían sobre el techo de chapa, mientras otras, las más audaces, se colaban por los rincones desprotegidos.

La calle, como siempre en estos días estaba inundada y él, como siempre en estos días, con el vaso ya vacío.

Agarró un arma y temblando se la llevó a la sien. Apretó el gatillo y le hizo un enorme agujero al mundo.

El mendigo

1 comentario:

Majo Bustamante dijo...

esa!! groso el mendigo!!! lo sonorizamos???