miércoles, 25 de mayo de 2011

El mendigo


Señoras, señores, niños, niñas, tengan ustedes muy buenos días, buenas tardes y buenas noches.

Permítanme presentarme, soy un pobre mendigo y estoy encabezando una pequeña, aunque necesaria colecta. No se apresuren a meter las manos en sus bolsillos, lo que pido es imposible ser guardado en un lugar tan pequeño. Esta colecta apunta, principalmente a favorecerme a mí, aunque hay muchos otros que también podrán ser favorecidos por su generosidad.

Si la dama, el caballero, la niña o el niño son tan amables de colaborar con este pobre mendigo, les agradecería que aporten con una voz, una simple y sencilla palabra, una de amor, de odio, de venganza, un insulto, un agradecimiento, una mentira, una verdad.

Muchas gracias.

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