miércoles, 11 de mayo de 2011

Escritor


-Hace ya varios años…
-No mientas…
-Bueno, hace ya varios minutos…he decidido ser escritor
- escribí entonces…
-sí, lo que pasa que para ser escritor no hace falta solamente escribir, también hace falta tener algo de qué escribir
- Escribí un cuento
- eso es! Voy a escribir un cuento
- que cuento vas a escribir?
-ehhh, eso no sé
- uhh, al final, vos querés ser escritor pero no escribís nada
- pero, lo que pasa es que escribir un cuento es como contar una historia.
-y… contala
- sí, la cuento, lo que pasa es que no sé qué historia contar.
- y…contá la de Tito
-¿cuál?
- esa, que se perdió en el río
- haa, esa. ¿vos decís cuando se fue con Pablo?
- No la que se fue con Julio
-cuándo fueron a pescar?
-sí, esa
- ya me acuerdo, que Tito y Pablo se
-Julio, salame, era Julio
-bueno, Tito y Julio se fueron al río ese que está…¿qué río era?
-no sé…deberíamos preguntarle
-sí, no vaya a ser cosa que estemos mintiendo, porque una cosa es querer ser escritor y otra, muy distinta es querer ser mentiroso
- en eso tenés razón
- no entiendo a esos, que con la excusa de querer ser escritores vienen y te cuentan una historia que ni ellos se la creen y lo peor de todo es que hay gente que les cree y anda buscando tesoros, o yendo por el camino largo por miedo a los lobos
- sí, la verdad es que habría que ponerle multa a esos tipos, después uno anda preocupado por cosas que al final son mentiras. Mirala a mi tía Josefa, hace más de 40 años que no prueba una manzana por miedo a que esté envenenada.
-¿tu tía tenía madrastra?
- sí, y era una bruja, no de esas brujas que hacen magia, de las brujas de esas que conocemos nosotros…
-como la Francisca
- sí como esa…te acordás lo que nos hacía
- no me hagas acordar que me pongo verde de pura bronca
- ¿cómo el increíble Hulk?
-sí, como ese…hablando de ese, otra gran mentira…y no sólo ese, el otro también el que volaba
- el superman
-no, bah, ese también, pero yo decía el otro
- igual, no importa, o, mejor dicho no hay que darle importancia, porque si no uno se pasa la vida mirando al cielo esperando que llegue alguien a ayudarlo…y nada
-te acordás lo que sufríamos en la escuela, te juro que yo esperaba que llegara algún día para rescatarnos
- te dije que no hay que darle importancia. Vos no tenés que ser un escritor de esos que escriben historias de mentira
-tenés razón, voy a ser un escritor de historias de verdad
-bueno ahora tenés que escribir
-y…¿qué escribo?
-la historia de Tito, ¿no dijimos?
- ahh, sí…pero no me acuerdo en que río fue
- no importa, después lo llamamos y le agregás el nombre al río
- … … … y… ¿cómo empiezo?
- y como empiezan los cuentos
Había una vez…
El mendigo

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