martes, 8 de mayo de 2012
El legado
viernes, 2 de marzo de 2012
lluvia
sábado, 25 de febrero de 2012
ADN
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Cuentan que aquel hombre tenía dos piernas, dos brazos y dos ojos, que bajo su pecho latía un corazón fuerte y que por sus venas navegaba un río de sangre.
Cuentan que ese hombre, con sus dos ojos miraba al futuro, con sus brazos abría los caminos que sus piernas transitaban y que con aquel corazón amaba tanto como para desagotar hasta la última gota de sangre.
También cuentan que aquel hombre cayó bajo un vendaval silencios y plomo. Días después alguien escribió su nombre.
Cuentan que ese hombre ha vuelto a nacer, que recorre los mismos caminos aunque con diferentes brazos y piernas, que sus ojos cambiaron de color, que es otro el ritmo de su corazón. Ese mismo hombre va en busca de un vendaval de silencio.
Alguien escribirá su nombre y volverá tal vez con distintas piernas, tal vez con distintos ojos pero el mismo corazón.
El mendigo